13 de febrero de 2014

Invierno en Estanys de la Pera, esencia del Pirineo y la Cerdanya


6 de los 17 municipios de la comarca de la Cerdanya pertenecen a la provincia de Lleida. Conocía Lles de Cerdanya por partcipar en varias ocasiones en la Marxa Cap de Rec, que partiendo de este refugio que vio los primeros años de vida de Kilian Jornet discurre por los valles de la Llosa, Vallcivera, Madriu y Perafita -éstos 2 en Andorra- y Aransa. Descender del Port de Perafita a Estanys de la Pera siempre fue una gratificante experiencia. El hecho de rememorar vivencias y paisajes del pasado y la posibilidad de descubrir nuevos territorios en estos valles casi vírgenes de Aransa y Lles de Cerdanya cubiertos por un espeso manto de nieve fueron alicientes suficientes para calzarse las raquetas y disfrutar con buenos amigos de estas montañas suaves y bellísimas pero también implacables.


El recorrido propuesto partía del Refugi del Fornell, en la Estació d'Esquí de Fons d'Aransa, a 1.900 mts. de altitud, para tomar la pista de raquetas de la Bassa de Comabella y el sendero de la Font de les Pollineres. Después seguiríamos por el fondo del valle de Aransa hasta la cascada del Salt del Planell Gran, espectacularmente helada, como prácticamente todo lo que encontrábamos a nuestro paso.
El Refugi dels Estanys de la Pera, a 2.360 mts,  tan acogedor en la Marxa Cap de Rec y tan desangelado en pleno invierno fue nuestro objetivo, parando lo justo para reponer fuerzas y descansar brevemente antes de reiniciar la marcha y bajar a los dos lagos, el Estany Gran y el Estany Petit de la Pera, cuando más azotaba el viento y más fríos estábamos los 18 asistentes a esta ruta.
De nuevo en el fondo del valle y entrados en calor, disfrutamos de un inolvidable día de raquetas entre interminables bromas y risas para volver a la Font de les Pollineres y allí tomar la pista en dirección al Refugi de Prat Miró y regresar así a la Estació d'Aransa, eso sí, por los márgenes, para no estropear la perfecta alfombra nevada de la pista de esquí nórdico.

Estació d'Esquí Nòrdic d'Aransa. Me acompañaron en esta aventura Jesús, Siscu, Paco, Loli, Paul, Núria Ciurana, Núria Avellà, Massa, Marta, Raquel, Mª Josep, Hugo, Mercè, Rosa Franquet, Rosa Amorós, Pili y Nandu. Un placer estar con todos ellos.
Con las paredes del Cadí de decorado hacia el sur, emprendimos la marcha hacia Les Pollineres y de allí a Estanys de la Pera, a pocos cientos de metros de la frontera con Andorra. Una vez aquí volvimos a la Estació d'Esquí Nòrdic d'Aransa por la pista del Refugi de Prat Miró, en medio de un paisaje sobrio, ondulado e imponente.
Iglú para juegos junto a la pista de trineos de la Estació d'Esquí Nòrdic d'Aransa.
Por el camino de la Bassa de Comabella.
Loli y Paco, en medio de los abetos.
Ascendiendo por el Fener de Vallcebre. El paisaje y la luz del día nos mantenían en un cuento.
El Fener de Vallcebre. El sol peleaba por salir, pero sólo lograba proyectar penumbras.
Núria, Raquel y Hugo me acompañaban en la subida por el valle de Aransa.
Pequeño alto para el relax. Las primeras cimas se ofrecían: El Pic de la Colilla (2.835).
Valle abajo el sol se mostraba como un eclipse.
Rosa nos esperó en el repechón del Riu del Molí.
Raqueteando con bríos. Foto de Rosa Amorós.
Raquel y Núria se abrazan a un abeto.
La energía del sol acumulada en los cloroplastos de las gimnospermas (pinos y abetos) es un regalo para todo aquel que quiera abrazarse a ellos.
Subiendo a  Les Pollineres. El Riu del Molí de hacía paso entre las nieves.
El Pla de les Pollineres. Vistas espectaculares y placer absoluto para la vista y el oído. El Pic de Perafita (2.753) domina el fondo del valle.
Valle abajo en Les Pollineres.
Autofoto en Les Pollineres. El ambiente, la luz, la atmósfera, el paisaje... era mágico...
Tras el reagrupamiento emprendimos la marcha hacia la cascada helada. Núria Ciurana pasa sobre el río por puentes de nieve.
Raquel y Núria Avellà me preceden al pasar junto al río, casi tapado por el grueso manto de nieve.
El Planell Gran. El valle se abre y mira a sus cimas: Monturull (2.761), Pic de Perafita (2.753) y Pic del Sirvent (2.746).
Valle abajo. Pic del Coll de la Barra (2.632).
Llegando al Salt del Planell Gran. En otras épocas se oye su rugido en todo el valle. Ahora permanece mudo y helado.
Aproximándome al salto. Foto de Núria Ciurana.
El grupo se aproxima al salto. Enormes gruesos de nieve rodean a la cascada helada del Salt del Planell Gran.
Marta rellena su cantimplora a duras penas en el salto.
Registrando emociones y sensaciones. Foto de Núria Ciurana.
Pequeños chorros del deshielo diurno resbalan entre los carámbanos de la cascada.
Remontando la cabecera del valle, con el Pic de Perafita (2.753) dominando el paisaje.
Por el sendero que sube al Refugi dels Estanys de la Pera.
Avistamiento del Refugi dels Estanys de la Pera.
Valle abajo, Rosa Franquet se felicita por conseguir el reto de llegar al refugio.
Valle abajo desde el refugio. Pic del Coll de la Barra (2.632).
Refugi dels Estanys de la Pera.
Refugi dels Estanys de la Pera y Port de Perafita (2.574), escenarios y vivencias de la Marxa Cap de Rec.
Breve parada para descansar y comer junto al refugio. Un lugar de ensueño, pero el tiempo empeoraba por momentos. El viento comenzaba a soplar con fuerza y nos invitaba a irnos de allí cuanto antes. Estábamos a -4ºC pero la sensación térmica era ciertamente ártica.
El Refugi dels Estanys de la Pera, a 2.357 mts de altitud.
Jesús y Massa me preceden siguiendo al grueso del grupo en dirección al Estany Gran de la Pera.
Núria Avellà y Paul pasan junto a mí, decenas de metros por encima del Estany Petit de la Pera.
Dejamos atrás el refugio y nos vamos al Estany Gran de la Pera. Algunos presentaban claros síntomas de congelación en las manos.
Las nubes corrían deprisa sobre Monturull (2.761) y el Pic de Perafita (2.753). La caravana de raquetistas subía por el sendero del Estany Gran.
El repecho del Estany Gran. La fila de amigos dibujaba eses en el blanco y tupido tapiz de nieve.
El Estany Gran de  la Pera, completamente helado y sin contorno. Las únicas referencias eran el Pic de Perafita (2.753) y la pared vertical de la montaña que delimita la orilla norte del lago.
Pic de Perafita (2.753), Port de Perafita (2.574)  y Estany Gran de la Pera (2.350). Reagrupamiento en la hipotética orilla del lago.
Bajando a la carrera al Estany Petit de la Pera.
Bajando a la carrera al Estany Petit de la Pera.
Estany Petit de la Pera, completamente helado, nevado y desdibujado. El sol parcialmente eclipsado proyectando sólo penumbras.
Pic de Perafita desde el Estany Petit de la Pera.
Núria y Siscu, a orillas del Estany Petit de la Pera.
Condiciones de vida extrema.
Bajando a Les Pollineres. Parecía que el sol se abría huecos.
La dureza del clima puede con los abetos más longevos. Cerca de Les Pollineres.
Montaña arriba, Monturull (2.761).
Dejarse caer sobre la nieve primavera es un enorme placer. Que se lo pregunten a Pili, Núria Avellà, Núria Ciurana, Rosa Amorós, Raquel, Rosa Franquet y Mercè.
Raquel y Pili bajan animosas a Les Pollineres.
Rosa Amorós, Mª Josep, Jesús y Mercè encabezan el resto del grupo.
Auténtico paisaje de cuento.
En la Pleta de la Pera, cerca de la Font de les Pollineres. Foto de Hugo Urízar.
Agazapado en un ventisquero. Foto de Rosa Amorós.
Subiendo al Pas de la Pera (2.151).
El sol se abría huecos cuando subíamos al Pas de la Pera, por la pista del Refugi de Prat Miró.
Disfrutando del dia con los amigos: Rosa Amorós, Massa, Raquel y Hugo. Foto de Rosa Amorós.
Pic de Coma Extremera (2.808).
Pas de la Pera (2.151).
Tímidas sombras cuando bajábamos al Refugi de Prat Miró.
Espléndido Prat Miró.
Huellas de algún animalillo de la montaña.
Cae la tarde sobre el valle de Aransa. El sol, en un último intento, pretende abrirse paso entre las nubes.
Refugi de Prat Miró.
Valle abajo, con el Cadí tapado al otro lado del valle.
Dejamos atrás el Refugi de Prat Miró.
La tarde se cerraba al llegar al Refugi del Fornell.
El recorrido realizado por los bosques y prados de Aransa. Sigue el track de la sesión de raquetas en: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=6132171
Después de 15 kms con 1.050 mts. de desniveles acumulados, y todo el tiempo a temperaturas bajo cero, nos merecíamos descanso y una buena comida en el refugio: Trinxat de la Cerdanya y el placer de compartir la mesa con unos amigos de primer nivel. Hasta la próxima...

2 comentarios:

  1. Això esperem... una pròxima i estar al mateix nivell. Un petonàs!

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    1. Us vam trobar a faltar Mònica, aviam si la propera...

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